Hay ocasiones en que cuando a un ser humano le faltan comodidades materiales activa el mecanismo de observación interna y es cuando descubre su verdadera calidad espiritual.
Mi amado Abel,
A día de hoy, en estos tiempos difíciles que corren; he estado pensando mucho acerca de la vida, de los proyectos, de los objetivos, de la muerte; acerca de dejar soltar pero seguir en el camino del amor.
No es nada fácil. Muchos proyectos sin cumplir, algunos por falta de lucha, otros por situaciones externas, otros porque posiblemente no forman parte del camino, otros... no lo sé...
El pensamiento del principio de este post me salió meditando en qué he hecho hasta ahora en mi vida, qué es lo que he visualizado y qué es lo que he obtenido.. en algunos detalles he obtenido mucho; en otros... poca cosa.
Y es que pienso que en eso se basa la vida, en saber vivir con alegría en lo que se ha obtenido y lo que no, dejarlo suelto, sin amarrarlo, sin anclarse.
Pero no es nada fácil, sobre todo cuando se ha luchado afanosamente por algo y no se ha obtenido.
Creo que el intenso esfuerzo por encontrarme con la felicidad, en alguna época de mi vida lo he logrado; o mejor dicho, ha llegado sin esfuerzos, sin pedirla, sin gritarle. Ha llegado de una manera natural, como una fuerza de un vendaval... pero así se ha ido.
Me dicen que tengo razones para ser feliz... cierto.
Me dicen que puedo ser feliz cada día... cierto.
Me dicen que tengo todo para ser feliz... puede ser cierto.
Sin embargo, todavía siento esa profunda tristeza de haberte perdido. De ser consciente de que ya no escucho tu voz cada día, de que tu imagen sólo son recuerdos y fotos. De no disfrutar de esa risa que te llegaba por algo a lo mejor muy sencillo e impregnaba mi vida con aire fresco.
Dice J.M.Toro que la alegría es un estar aligerados.La alegría suprema se expresa con el salto de júbilo. Al saltar, como empujados por el resorte incontenible de una alegría que nos moviliza desde dentro, no estamos sino acercando, un poco más, nuestro corazón al cielo. La alegría es como las alas con las que el alma se despega de la dureza del suelo para sentir más de cerca la matriz celestial de la que procede todo gozo humano.
Para poder saltar de alegría tengo que soltar.
Las sobrecargas, los excesos de peso, tareas y responsabilidades pueden llegar a abrumaros y entristecernos.
(...)La alegría siempre es un regalo, un presente porque sólo podemos vivirla en presente. La alegría es siempre aquí y ahora. Las alegrías no se adelantan ni se demoran.
Estar en presente, aquí y ahora, es un estar en vertical.
(...) La alegría es ese contentamiento, ese gozo que nos recorre por entero, de pies a cabeza. Es algo que me habita, que me pertenece, algo que soy... y por eso no tengo que ir a ningún otro sitio sino a encontrarme con ella.
Entonces pienso que tengo motivos para "estar" feliz en este momento: Nicola.
Pero, ¿por qué los seres humanos somos ambiciosos?.
Tengo un compañero de trabajo que siempre dice: "no se puede tener todo en la vida".
Y cada día me convence más. Y es porque ahora que estoy compartiendo mi vida con alguien hermoso y valioso;que todo podría ser más bonito y luminoso, me encuentro que echo de menos mis clases, mis niños, hacer música con ellos; que cada día que pasa, como muchas personas en estos momentos me siento intranquila para seguir respirando en esta lata de sardinas donde estamos metidos.
Yo no he buscado esta situación; hay muchas personas damnificadas por la culpa de otros, y yo soy una de ellas.
Y sin embargo, al mismo tiempo, pienso que damos por sentado que las cosas siempre serán igual: seguridad material, seguridad profesional, seguridad laboral, seguridad física, seguridad espiritual... ¡qué equivocación, no existe tal!.
En ocasiones me siento como una parte de la sociedad que no aporta nada, que no es útil, que no vale.
Y en otras, en cambio, con el sólo hecho de cocinar rico, de tener mi casa arreglada y limpia, con la ropa planchada y ordenada me siento satisfecha e ilusionada.
¿Será que es cuestión de ego?.
Si alguien se da cuenta de nuestros actos es cuando nos sentimos felices y no por nosotros mismos, por el hecho de sentirnos bien haciéndolo, durante este acto y no buscando los resultados.
Como artista, creo que es muy fácil caer en la trampa; pero creo que lo importante es que me doy cuenta y estoy en el camino de corregir algo que no me hace feliz.
¡Tengo tanto que aprender de ti Abel!, ¡siento que no fue suficiente el tiempo que estuviste entre nosotros para aprender más de ti!, tú siempre dabas todo, pero los que te rodeábamos ¡éramos tan necios que no nos dio tiempo de asumir toda tu filosofía de vida!.
A veces me siento un poco perdida... es verdad... y es cuando hago una limpieza interna y me pongo en acción para vivir con dignidad y alegría, ya sea leyéndote, meditando, rezando y actuando.
Estos momentos tan difíciles por los que estamos pasando la humanidad no son nuevos, pero para muchos de nosotros si; y está en nuestra fuerza de voluntad, en nuestra calidad espiritual el secreto y la fórmula para seguir amando en toda la extensión de la palabra.
martes, 13 de noviembre de 2012
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