viernes, 11 de abril de 2008

"LA IMPERMANENCIA" (Segunda Parte)

Esta imagen es la del poster que colgué en la habitación de Abel del hospital, la que tiene ahora nuevamente colgada en su estudio, aquella que tan reticentemente veían los doctores...la que tanto le gustaba a Abel... "THE INNER LIGHT"...
Abel era una persona muy serena, le gustaba escuchar a las personas y sobre todo disfrutar la contemplación del cielo a cualquier hora del día.
Su manera de vivir fue sin grandes sobresaltos, de forma introspectiva a tal grado que algunas personas que convivían con él le decían "el raro de la familia"... me alegra haberme enamorado de "el raro"...
Ya sabeis que su mayor pasión era leer, se pasaba horas enteras leyendo, se sentaba en el sofá de su estudio o en el de nuestro comedor y yo lo contemplaba: siempre sereno, encontrando nuevas preguntas que hacer para difrutar de la vida mientras las hacía... buscaba mucho, y creo firmemente que encontró la mayoría de las veces.
Aquí les ofrezco otro nuevo fragmento del mensaje de Amor de Abel, quien siempre está pendiente de mí:
"(...) Reflexione sobre esto: la percepción de la Impermanencia es, paradójicamente, la única posesión duradera. Es como el cielo o la tierra. Aunque todo a nuestro alrededor cambie o se venga abajo, ellos se mantienen. Supongamos que pasamos por una demoledora crisis emocional: toda nuestra vida parece desintegrarse...nuestro cónyuge nos abandona de pronto, sin aviso previo. La Tierra sigue ahí, el cielo sigue ahí. Naturalmente, incluso la Tierra tiembla de vez en cuando, para recordarnos que no podemos dar nada por sentado...
Incluso Buddha murió. Su muerte fue una enseñanza, para sacudirnos a los ingenuos, los indolentes y los complacientes, para despertarnos a la verdad de que nada es permanente y que la muerte es una realidad inevitable de la vida. Cuando se acercaba a la muerte, Buddha dijo:
De todas las huellas pisadas,
la del elefante es suprema;
de todas las meditaciones sobre la presencia mental,
la de la muerte es suprema.

Siempre que perdemos la perspectiva o nos dejamos llevar por la pereza, reflexionar sobre la muerte y la Impermanencia nos devuelve de una sacudida a la verdad:

Lo que no ha nacido morirá,
lo que se ha recogido se dispersará,
lo que se ha acumulado se agotará,
lo que se ha construído se derrumbará
y lo que ha estado en alto descenderá.
Según nos dicen actualmente los científicos, todo el universo no es sino un cambio, actividad y proceso; una totalidad de flujo que es la base de todas las cosas:
Toda interacción subatómica consiste en la aniquilación de las partículas originales y la creación de nuevas partículas.
El mundo subatómico es una danza continua de creación y aniquilación, de masa que se convierte en energía y energía que se convierte en masa. Formas efímeras entran en la existencia y salen de ella como una chispa, creando una realidad que no tiene fin y que es constantemente creada de nuevo (...)" (de El libro tibetano de la vida y de la muerte).
Continuará...

Precioso Abel: Desde pequeño siempre te interesó y maravilló el mundo subatómico... qué grande fuiste y sigues siendo que hasta cuando supiste lo de tu enfermedad tuviste la Fuerza Espiritual para estudiarla hasta en los mas mínimos detalles a tal grado de entenderla y luchar para que, por medio de ella fueras aún mejor... siempre has sido grande Abel, por eso tu cuerpo se quedó chico para tu Alma!...