miércoles, 27 de octubre de 2010

Noviembre



Se acerca Noviembre, y eso quiere decir que para estas fechas tendríamos que hacer nuestros Chiles en Nogada.
Me explico: descubrí que con las castañas sale la salsa muy similar a la nogada que se hace en Puebla, así que cuando venían estas fechas nos poníamos a la tarea de: Abel pelar fruta (menos los melocotones porque era alérgico a la piel de éste), cortarla, y dejarla preparada para que yo hiciera el relleno. Nos era un poco difícil encontrar granadas, llamadas aquí "granás", pero si buscábamos bien, encontrábamos. Lo mas trabajoso era pelar las castañas (al igual que las nueces allá en Casa), pero nos sentábamos en nuestra mesa del comedor, yo pelando y Abel haciendo otras cosas, platicábamos, reíamos durante un rato o me leía algún libro de esos que tanto nos gustaban y después hacíamos nuestros propios comentarios.
Todo esto pasaba en la mas estricta alegría, porque sabíamos que preparar la comida siempre debes estar alegre para que toda la energía que tienen los alimentos se mantenga y te hagan buen provecho.
Ahora, sinceramente, no me dan ganas de hacer Chiles... las situaciones cambian y hacerlos sola me sería triste y como entonces rompería con la "buena vibra", pues mejor no los hago.
Pero no dejo mis tradiciones, y estoy a punto de poner nuestra Ofrenda; sigue siendo triste poner las fotos de los que amo, pero con el transcurso del tiempo y de las nuevas experiencias de los tanatorios (acompañando con música... mmmmhhhh... me parece que mas a los difuntos que a los vivos, porque parece ser que cada vez tenemos menos respeto a la muerte.... o tal vez menos valor a la vida), he aprendido que todo lo vivido con ellos es el gran aprendizaje de la vida... y también de la muerte...
Como diría alguien: "yo me llevo de tú con la muerte"... y creo que ese traspaso debe ser "una experiencia fascinante" como diría mi papá.
No obstante, al poner sus dulces, el agua, la Pepsi que le gustaba tanto a Abel, uno de sus libros y CD's de Queen preferido, flores, velitas y música me siento con cierta serenidad porque todo lo que viví con ellos fue muy hermoso.
La ofrenda es una tradición muy mexicana y si pueden echar un vistazo a algunas, háganlo, porque además se aprende mucho de la persona o tienes que quitar capas como si de una cebolla se tratara y recuerdas detalles que a lo mejor por el paso del tiempo no recuerdas.
Noviembre tiene eso: olor a flor de cempoazoxitl, a hojaldras, mole y tamales, pero también algunas veces a melancolía y tristeza, pero el viento sopla fuerte y puede llevarse lo que queramos si no lo retenmos fuerte.
Entonces me aferraré a lo hermoso y dejaré muy suelto lo que me provoca dolor y sufrimiento y que el viento haga su trabajo.
Sin embargo, el objetivo de este post es el recordar aquellos días en que comenzaba a hacer frío, a comer mas caliente y a acurrucarme aún mas con Abel.
Lo último es lo que ya no puedo hacer, pero definitivamente creo que cada noche, al dormir, Abel viene a cantarme nuestra nana de cada día... y me cobija como lo hiciera cuando vivía.
Abel, querido esposo, no importa el tiempo, este amor sigue tan vivo como el sol que sale cada día.