domingo, 3 de abril de 2011

En construcción (51 meses)


Este post es para comunicarles la nueva dirección de empadronamiento de Abel.

Desde hace 4 años y 3 meses que la vivienda de Abel cambió.

Sólo tardó 28 años, 6 meses y 5 días en terminar su nueva vivienda.

Poco tiempo para quien trabaja arduamente durante esa etapa de su vida.

Y digo esa etapa de su vida, porque en la nueva vivienda sigue trabajando con tezón, con ese amor que necesitamos los seres humanos en la vivienda terrenal... es decir... sigue vivo.

Los fundamentos fueron bien aposentados, sus padres le enseñaron bien a poner cada ladrillo, cada junta, a hacer bien la mezcla y después Él con su empeño y dedicación siguió solo.

Siempre me decía que de todos aprendemos, tanto lo bueno como lo malo... bueno... en realidad eso lo se perfectamente, pero hay quienes nos hacen desarrollar lo mejor de nosotros y nos limpiamos de negativismos y deseos oscuros que sólo nos pueden envenenar.

Me decía: "al final el que toma la decisión de evolucionar es uno mismo, no es que nos cambien las personas con las que convivimos"... y creo que tenía razón.

Recordar cuando me decía "eres mi reflejo, cuando se logra ese espejo y vemos algo que nos gusta mucho y es bueno y creces en todos los aspectos, es porque la persona en la que nos reflejamos es lo que debíamos encontrar en nuestro camino"... eso lo recuerdo día a día y es así como sigo mi vida con optimismo con la férrea esperanza de que algún día pueda ser feliz nuevamente.

Creo que aún con todo lo que ha pasado sigo enamorada del Amor. Creo firmemente en el Amor.

Claro que siento que nunca mas lo encontraré como con Abel, Él fué, es y será siempre el amor de mi vida, ese que te hace sentir que todo es bello y hasta te dan ganas de llorar de felicidad de ver la vida a tu alrededor; pero también estoy convencida de que el ser humano debe vivir en pareja, debe vivir para compartir.

Ayer escuché un Pastor evangélico que decía: Hay que rezar por las almas de los que no creen, porque los que ya se han ido y creían, ya están con nuestro Señor.

Estoy de acuerdo con él, sin embargo, hay mas experiencias que me hacen pensar que hay otras entidades mas allá de lo que vemos que nos mueven los hilos; mas allá de lo que vemos, olemos, escuchamos y tocamos... lo podemos sentir....

Muchas veces siento desfallecer y quisiera que Abel viniera por mí... soy sincera... pero después de la crisis siento como los hilos me levantan y sigo adelante, siempre adelante...



Pues bien, decía que Abel es un buen constructor.


En la Biblia también hay un pasaje que me gusta mucho:


"No hay valores absolutos"


Hay bajo el sol un momento para todo,

y un tiempo para hacer cada cosa:

Tiempo para nacer, y tiempo para morir;

tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado;

tiempo para matar, y tiempo para curar;

tiempo para demoler, y tiempo para edificar,

tiempo para llorar; y tiempo para reír;

tiempo para gemir, y tiempo para bailar;

tiempo para lanzar piedras; y tiempo para recogerlas;

tiempo para los abrazos, y tiempo para abstenerse de ellos;

tiempo para conservar, y tiempo para perder;

tiempo para conservar, y tiempo para tirar fuera;

tiempo para rasgar, y tiempo para coser;

tiempo para callarse y tiempo para hablar;

tiempo para amar y tiempo para odiar;

tiempo para la guerra, y tiempo para la paz;

Al final ¿qué provecho saca uno de sus afanes?


(Libro Eclesiastes capítulo 3 ver.1-9)


Abel dedicaba cada tiempo para cada cosa; tenía un poder especial que lo hacía capaz de esas características tan poco vistas en una persona de carne y hueso.

Aquí les regalo una de sus construcciones que me gusta en demasía:


-¿Te gustaría volar hasta el cielo?.

-Si, pero los seres humanos no podemos volar solos, por eso nos subimos a los aviones.

-Pues yo si, sólo abro los brazos, cierro los ojos y vuelo sobre el mar y entre las nubes.


El temor surge cuando hay división enre el pensador y el pensamiento.

Amor es mirar sin resistencias, sin justificaciones, sin explicaciones, simplemente mirar con atención las cosas.

Cuando amamos no existen ni el "tú" ni el "yo".

Todo se convierte en un problema porque el hombre teme ser libre.

El amor existe por sí mismo, es un resultado del ser; y en ese estado el "yo" con sus identificaciones, ansiedades y posesiones está ausente.

La soledad es la conciencia del "yo" sin actividad.

Yo mismo soy la soledad, entonces, ¿por qué temerme a mí mismo? ¿por qué huirme?.

Cuando la mente se de cuenta que ella es la creadora y experimentadora del Dolor, éste llegará a su fin.



Y así podría explicar mas y mas construcciones de la nueva vivienda de Abel; tiene muchas habitaciones, una mas hermosa que la otra...

Pues supongo que ya saben la nueva dirección de Abel para platicar un ratito con él: El cielo.