jueves, 16 de octubre de 2008

Abel y el futbol

Un nuevo golpe a mi corazón me ha hecho desequilibrarme.
Otra primera vez... pensaba que la mayoría de las circunstancias que me recordaban tan fiablemente que ya no estás estaban mas o menos aceptadas dentro de mi cabeza y sobre todo en mi corazón; pero como un torrente de agua fría llegó a mí nuevamente el dolor.
Estoy en tu estudio, respondiendo algunos e-mails y ordenando las fotos del concierto que tuve el domingo y al escuchar voces en la calle giré la cabeza y vi encendidas las luces del patio de la iglesia.
Escuché el golpe de balón y sentí un fuerte golpe en el estómago:
Recordé que te encantaba verlos desde el balcón; estabas algunos minutos contemplando la imagen y entonces yo salía a acompañarte y al percatarte de que estaba a tu lado me abrazabas y yo con una caricia a tu linda cara te preguntaba el por qué no te animabas a ir a jugar con aquellas personas... te quedabas callado... sonreías y me decías lo mas tierno que podías ser que mejor no... no me dabas mayor explicación, y yo respetaba tu silencio.
Ahora me he dado cuenta que han pasado mas de dos años desde que no escuchaba las voces de los jugadores, ni tampoco aquel golpe de balón de futbol que me hizo echar nuevamente la vista atrás y recordar tu gusto por jugar desde que eras pequeño.
El mundial del 2006 lo viviste intensamente, al estar en recuperación por los tratamientos y no poder trabajar viste casi todos los partidos... Recuerdo fielmente lo emocionado que veías los partidos, tanto de España como de México... cómo te enfadaste por las injusticias a España en el partido contra Francia y en el de México contra Argentina... te costó mucho trabajo ponerte ese día una gorra que te regaló mi mami del país sudamericano porque nos fuimos a comer fuera y se te olvidó coger una gorra para protegerte del sol... al final logré convencerte de que
te la pusieras o regresaba yo a buscar otra a casa...
¡Cómo te gustaba el futbol! Sobre todo cuando jugaban ambas selecciones; mi mami te regaló ambas playeras y muy orgulloso te las ponías porque te sentías muy español y al mismo tiempo ya amabas a México...
Cuando íbamos en las fiestas navideñas a Puebla, mi Tío Chavito junto con mis primos (varones) organizaban un día de juego; te invitaron como parte de la familia que ya te consideraban y yo lo gocé como no puedes imaginarte...
Eso si, siempre quisiste ser portero... como cuando eras pequeño...
Ahora veo las fotos que me ha regalado tu mami de aquellos años y las que vivimos juntos y sigo pensando que fuiste inmensamente feliz haciendo todo lo que hiciste... sigo pensando que todavía pudiste hacer mucho mas aquí con nos
otros, pero los seres supremos decidieron que ya habías concluido tu aprendizaje aquí... eso también me lo creo... a pesar de mi dolor... a pesar de mi soledad... a pesar de yo vivir ahora sólo de recuerdos y de la GRAN ENERGÍA ESPIRITUAL QUE SIENTO que vive en mí gracias a ti.
¡Qué grandes partidos debes jugar ahora, ¿verdad?!.
Abel, cielo mío, sigue mandándome mensajes!.

viernes, 3 de octubre de 2008

"El aroma del Amor" (21 meses)

Amado Abel:
He estado echando un vistazo a tantos recuerdos, que el nudo en la garganta es inevitable.
Sin embargo, a pesar de la tristeza, impotencia, añoranza y sentimientos mil que me hacen a veces llorar a mares; siempre hay una luz de esperanza; esa Luz que convertida en amor o tal vez viceversa, me hace vivir el día a día.
He vuelto a leer los e-mails que me enviaste cuando me fui a México porque mi papacito cambió de forma en aquel horroroso Verano del 2001.
Recuerdo como si hubiera sido ayer todas las sensaciones que viví y aún pasados los años, duelen... y aún duelen mucho.
Con todo y el dolor de la pérdida inexplicable, siempre encuentro aquella Luz... es el amor...
Aquí quiero compartir con todas las personas que siguen tu blog un escrito que especialmente me llenó de alegría dentro de la vorágine de dolor que vivía en esa temporada.
"Los dos sentimos desde el principio el embriagador aroma del Amor que nos une, pero nuestra falta de tiempo por nuestras obligaciones siempre ha impedido que podamos profundizar en el interior de cada uno de nosotros.
Los seres humanos lo hacemos todo al revés, ya que nosotros intentamos encuadrar al Amor dentro de la estructura del pensamiento y de la razón, pero como buenos humanos necesitamos desarrollar la razón para profundizar en el conocimiento del aprendizaje de cada uno.
Una vez que el pensamiento ha penetrado totalmente en la estructura del conocimiento de la otra persona y ha llegado a su propio límite, es cuando comienza la verdadera relación; ya que a partir de ese momento, la comunicación verbal es casi inexistente, debido a su trivialidad y uno se queda únicamente disfrutando del aroma que desprende ese Amor.
Nosotros sentimos ya el perfume del Amor, pero debemos racionalizarlo antes de comprobar que eso tiene sus propios límites y entonces el aroma que antes eran dos, se convierte en uno solo.
Amor, deseo que me acompañes en el camino y que mediante la guía de ambos, podamos aprender todo lo que seamos capaces el uno del otro para llegar a ese momento en que la necesidad de hablar sea tan pueril que únicamente la utilicemos cuando lo creamos conveniente; ya que el aroma de esa cualidad lo abarca todo.
Estoy dispuesto a profundizar en ti, para de ese modo profundizar en mí y así recorrer el interminable camino del aprendizaje de uno mismo.
Perdona mi ignorancia, doy por hecho que a partir de ahora mi discernimiento y no mis emociones me lleven por el sendero de la cordura y me enseñe lo real de la existencia, principalmente, en relación con lo que mas quiero que eres tú".

Este es todo el e-mail... cuando lo leo y releo siento que todo Tú, Abel me invades y es cuando rompo con el Apego para dejarte entrar utilizando las vías del amor.
Cariño mío, sigue conmigo, no me abandones!!.