viernes, 29 de junio de 2018

40 años y vivir con el recuerdo

El 29 de junio de 1978 una hermosa pareja experimentó la gran felicidad de verle la carita a su hijo Abel.
A partir de ese momento todo era felicidad, juegos y cariñitos.
Los años fueron pasando y ese hermoso e introvertido niño se convirtió en un adolescente que a temprana edad marcó una identidad de espiritualidad y su camino siguió un trayecto poco convencional.
Un gran maestro en un cuerpo joven. 
Por más que busquemos respuestas en esta vida no encontraremos ninguna que nos consuele ante su temprana pérdida.
Hoy el día de su cumpleaños es difícil estar sin él físicamente.
Pero su esencia ayuda a vivir el día a día.
Podemos llorar más, llorar menos, sonreír tímidamente o a carcajadas, y el amor sigue muy presente; tal vez es muy sutil, pero estás en todo lo que veo y hago, en lo que amo y rechazo, en mis palabras y pensamientos, en mi canto y mi silencio.
En cada abrazo hacia mi hijo, en cada juego en el suelo.
Este hermoso niño, ese bello joven que conocí a los 21 años hoy cumpliría esa "famosa" edad que se celebra aquí, el "ecuador" de la vida.
No lo podremos celebrar con un pastel, ni con velitas, ni con risas, ni con tu familia, ni con los amigos, ni con nuestros hijos.
Sólo me queda el recuerdo de una bonita vida a tu lado y del legado espiritual que lo honro cada día.
¡Te amo, bello Abel!

martes, 3 de abril de 2018

Lunes de pascua 1999


 Mi amado Abel, ha pasado otro Lunes de Pascua, ése que celebrábamos porque fue cuando nos conocimos. En realidad lo celebraba más yo que tú... con tu silencio e introspección ese día no denotó nada de emociones como las tuve yo, que enseguida que te vi sentí que el corazón explotaba.
Así es el amor, así sigo sintiendo dentro de mí,como tu amor está cada día conmigo. Me acompañas, hay veces que vas por delante y muchas veces más vas protegiéndome las espaldas.
Caminar la vida con este sentimiento tan profundo también ayuda a seguir con la alegría en el corazón; no es fácil vivir sin ti viéndote crecer como ser humano y desarrollándote profesionalmente o como el excelente padre que estoy segura serías, sin embargo, esa imagen impoluta, cristalina, nítida de tu ser se mantiene intacta, lejos de las miserias humanas.
Ese lunes de pascua sentí que había encontrado ese ser que tanto había imaginado; tal vez suena cursi, pero fue así... y no me equivoqué.

Vivo intensamente los libros que te gustaban, echo mano de ellos cuando en ocasiones no encuentro respuesta dentro de mí, de alguna manera me hablas tú y ¡me encanta!. Y especialmente tus escritos... esos escritos que tal vez algunas personas ni se imaginan que escribías y que me gusta compartir para seguir conociéndote. Cuando los leo te siento libre, feliz y muy cerquita.
Un día le escribiste a don Amado que: (...)ya que no me agrada considerar mi pasado ni mi futuro, voy a intentar exponerle brevemente lo que actualmente desempeño en mi vida, algunos ámbitos más interesantes, como por ejemplo la relación que mantengo con su amada hija.
Al principio no quise relacionarme de manera cercana con ella, principalmente porque jamás llegué a plantearme salir con una chica, pero desde que decidimos ser pareja puedo considerarme  desde entonces la persona más feliz de este planeta (...)".
¿Puedes imaginar lo que siento?... yo sigo sintiéndome la persona más feliz de este planeta.
¡Ay bello Abel, sigues dando amor a raudales!

miércoles, 3 de enero de 2018

11 años sin ti y contigo


..."durante su estancia en la tierra fue un gran maestro para todos los que pudieron conocerle (...) en él encontré muchas respuestas que estaba buscando, no sé de qué manera me envolvió toda esta magia de amor espiritual que va más allá de lo carnal y terrenal.
Abel era una persona de carne y hueso, no obstante, su paso por la vida fue muy espiritual; siempre estuvo abierto a escuchar, consolar, ayudar, aprender, cometer errores para crecer como persona, siempre con el afán de aprender, servir, de ser él mismo aunque lo tacharan de "el raro".
Dudó...es natural en la vida, pero llegó a amarse y aceptarse con todas sus limitaciones y sus aciertos, a ser ecuánime ante la adversidad y amar intensamente cada momento que vivía en soledad y acompañado de una servidora.

Trabajó el silencio, la meditación; cada vez estaba más en armonía consigo mismo, ésa era su filosofía, porque de esa manera estaría en armonía con la ley de vida que le habían conferido
Por eso estoy aquí, para decirle yo también un "hasta luego", despedirme de él como hacen los amigos, como hacen los que se aman.
Aprendí a amarlo, por su pureza y su don de servir a la humanidad.
Ahora desde otro plano, con otra forma pero el mismo fondo continuará ayudando a quien lo necesite.
Por eso le doy las gracias, porque también gracias a él me conozco un poco más, a saber encontrar dentro de mí esa luz que nos hace más hermosos y pacíficos.
Es una de esas personas que basta estar con ellas unos minutos para poder inspirarse desarrollando ternura y amor a la vida durante la existencia.

(...) quiero que la enseñanza de Abel continúe más allá del tiempo y creo firmemente que así será mientras nuestros corazones se mantengan limpios y así nuestra participación en el mundo podría ser mejor, porque somos parte esencial de él.
(...) intento seguir las enseñanzas de Abel, con el alma fragmentada en millones de fragmentos pero uniéndolos uno a uno muy lentamente con el amor del recuerdo y poniendo en práctica su enseñanza.
Así creo que en nuestro transcurso por esta vida podemos ir descubriendo el secreto de la flor dorada.

Capítulo final del libro "el secreto de la flor dorada que redacté en el año 2008, a diez años de su finalización y a once del traspaso de nuestro querido Abel, os comparto estas letras.
Cómo cada día vives en mí ángel guardián de mi existencia.