domingo, 3 de mayo de 2009

"Afrontar firmemente lo desconocido" (28 meses)

"En muchos relatos de iniciación, la búsqueda de lo que está mas allá de la muerte se describe con la figura del héroe que cruza los procelosos mares, sube a una montaña imposible, se enfrenta a los dragones y combate con los ejércitos de los que personifican las fuerzas del mal. En cada una de estas imágenes, arriesgamos la vida que hemos conocido para descubrir algo nuevo.
Tal vez sean sobrecogedoras porque los territorios sin cartografiar de la iniciación se abren ante nosotros sólo en la medida en que dirigimos valientemente todo nuestro ser hacia ella. Al tener la voluntad de afrontar lo desconocido, brindamos confianza a un gran propósito vital. Entonces, deberemos aventurarnos a dónde nos lleve el viaje, a pesar de la oscuridad, a pesar del temblor de nuestros corazones.
Afrontar firmemente lo desconocido exige la ayuda de la práctica o del ritual a los que nos hemos confiado.
(...) El encuentro con la muerte puede adoptar múltiples formas(...) En el proceso natural de nuestras vidas cotidianas, la enfermedad o el parto pueden ponernos cara a cara con la muerte, transformando la vida que sigue(...) En la iniciación nos damos nacimiento a nosotros mismos(...).
Cada iniciación ofrece una prueba en la que se nos pide que abandonemos lo viejo y nos abramos a una gran visión. A veces una iniciación se produce privadamente, y en ocasiones nos exige que entremos en un ritual colectivo de transformación, para abordar un acto público de valor." (del libro "Después del éxtasis, la colada" de Jack Kornfield).

Este libro, como ya lo he dicho en alguna otra ocasión es muy especial para mi, porque fue el último que estaba leyendo Abel, el que dejó inconcluso en su mesita del hospital...

Un día, lo fue a visitar nuestro padrino de Boda, Abel lo tenía en alta estima porque es una persona muy sabia; de hecho, Abel lo escogió porque precisamente para Abel, Josep era el mejor consejero espiritual que podríamos tener en casos de emergencia o en momento apacibles.

Cuando vió este libro en la habitación 701 de la Vall d'Hebrón, le preguntó a Abel de qué trataba... recuerdo perfectamente, como si hubiera sido hoy mismo, la sonrisa de Abel y como se le iluminó la cara y comenzó a explicarle a grandes rasgos lo que estaba leyendo.

Abel tenía mucha curiosidad por ir descubriendo las páginas de este libro, pero desgraciadamente su vista se cansaba muy pronto debido a las trombosis y que no podía enfocar muy bien; así que iba muy poquito a poco. Yo le insistía en si quería que le leyera en voz alta, pero siempre fue muy discreto y no quería llamar la atención y sobre todo no quería molestar a su compañero de habitación.

... Abel me dijo: "es que es verdad... ¿qué pasará después del éxtasis de la iluminación?, ¿cuál será la vida normal de estos seres?, ¿ya no hay mucho que hacer mas que la colada?"... sonreía y se quedaba en silencio para reflexionar... su mirada se quedaba fijamente quieta y la mía clavada en él, esperando que mi héroe, aquel ser que estaba cruzando los procelosos mares, que estaba subiendo la montaña imposible, que se enfrentaba a los dragones y que combatía contra los ejércitos que personificaban las fuerzas del mal encontrara la paz que necesitaba su alma fuera cual fuera su camino y su forma.