Este libro, como ya lo he dicho en alguna otra ocasión es muy especial para mi, porque fue el último que estaba leyendo Abel, el que dejó inconcluso en su mesita del hospital...
Un día, lo fue a visitar nuestro padrino de Boda, Abel lo tenía en alta estima porque es una persona muy sabia; de hecho, Abel lo escogió porque precisamente para Abel, Josep era el mejor consejero espiritual que podríamos tener en casos de emergencia o en momento apacibles.
Cuando vió este libro en la habitación 701 de la Vall d'Hebrón, le preguntó a Abel de qué trataba... recuerdo perfectamente, como si hubiera sido hoy mismo, la sonrisa de Abel y como se le iluminó la cara y comenzó a explicarle a grandes rasgos lo que estaba leyendo.
Abel tenía mucha curiosidad por ir descubriendo las páginas de este libro, pero desgraciadamente su vista se cansaba muy pronto debido a las trombosis y que no podía enfocar muy bien; así que iba muy poquito a poco. Yo le insistía en si quería que le leyera en voz alta, pero siempre fue muy discreto y no quería llamar la atención y sobre todo no quería molestar a su compañero de habitación.
... Abel me dijo: "es que es verdad... ¿qué pasará después del éxtasis de la iluminación?, ¿cuál será la vida normal de estos seres?, ¿ya no hay mucho que hacer mas que la colada?"... sonreía y se quedaba en silencio para reflexionar... su mirada se quedaba fijamente quieta y la mía clavada en él, esperando que mi héroe, aquel ser que estaba cruzando los procelosos mares, que estaba subiendo la montaña imposible, que se enfrentaba a los dragones y que combatía contra los ejércitos que personificaban las fuerzas del mal encontrara la paz que necesitaba su alma fuera cual fuera su camino y su forma.