sábado, 22 de noviembre de 2008

"Tears and Fears"




Ayer estaba escuchando una canción que me gusta mucho de la peli "Love Actually" y después de escuchar atentamente la letra, me gustaron dos palabras (entre un montón de frases hermosas) "Tears and Fears" ... riman muy bien... y entonces me vino a la cabeza que durante nuestra vida no estamos exentos ni de llorar ni de tener miedos; pero si los entrelazamos con todos los eventos bellos, como resultado tenemos una hermosa sinfonía de vivencias invaluables.


Algunas personas ven mi actitud como un acto de valentía... no sé si será eso, pero lo que si sé es que tenía dos opciones: o me dejaba avasallar por el dolor y la desesperación o dejaba que el Amor de Abel me inflamara toda entera.


He tenido muchos miedos en mi vida... sigo teniendo (como buen ser de carne que soy) pero cuando te encuentras contigo misma (que pocas veces he sido consciente de ello) es cuando el miedo se torna diminuto, como una mota de polvo.

Y creo yo, que muchas veces para ver la mota de polvo necesitas Luz; verla a través de los rayos de la luz.
Siento que así pasa con los miedos. La luz de la conciencia nos ayuda a verlos, a reconocerlos y a hacerlos a un lado con la mano o hacerlos que se disuelvan.
En realidad tenemos varias acciones para alejar las motas de polvo: soplarle para que se aleje de nosotros (a sabiendas que anda por ahí pululando a nuestro alrededor), no hacerle caso estando siempre a la expectativa de que se nos pueda enganchar en cualquier momento, o tomarla con la punta de los dedos, observarla y después de decidir si es útil o no en la vida, lanzarla al bote de basura para que desaparezca totalmente de nuestra vida.
Sin embargo, siempre habrá motas de polvo, pero depende de nuestra actitud para dejarlas flotar en el aire y no pretender encerrarnos en una burbuja hermética donde nada negativo nos pueda tocar, pero ¡qué lástima!, ¡también nos perderíamos de todas las sensaciones agradables!.
Yo he tomado la decisión de convivir con mis motas de polvo, algunas han desaparecido por sí solas, supongo que una fuerte ráfaga las alejó de mí; otras se han disuelto, algunas si he logrado darles caza y las he lanzado a la basura e infinidad de ellas andan por ahí escondiéndose de la Luz... no me angustio, algún día las encontraré y decidiré si las dejo por ahí o las alejo.
Las lágrimas son muy diferentes; podemos llorar también de alegría. Hay varias razones por las que sentirse tan inmensamente feliz que lloramos a mares. En realidad desde que Abel marchó casi no he tenido esta sensación, pero lucho por todos los medios para que vuelva a suceder.
Por el momento les dejo con unas frases que si valen la pena ser leídas:


“(...)No intentes olvidar lo que pasó, al contrario, recuerda. Sin morbosidad pero sin escapismos.
El proceso de duelo permite buscar para tu ser querido el lugar que se merece entre los tesoros de tu corazón.
Es poder pensar en él y no sentir ya ese latigazo de dolor.
Es recordarle con ternura y sentir que el tiempo que compartiste con él o con ella fue un gran regalo.
Y esto es cierto para todas las pérdidas. La elaboración permite darle un sentido a todo lo que has vivido hasta aquí con lo ausente.
Es entender con el corazón en la mano que el amor no se acaba con la muerte.En cierto modo, nunca volverás a estar como antes de una pérdida significativa, porque ésta inevitablemente te cambia, pero podés elegir si ese cambio será para mejor (...)” (de “El camino de las lágrimas” de J.Bucay).