Hoy siento la necesidad de hablar de dos temas que son totalmente contradictorios...o tal vez no... posiblemente sean complementarios... a ver qué se le va ocurriendo a mi cabecita loca...
Curiosamente... (digo curiosamente por dar comienzo a este párrafo) el Jueves estuve urgando nuevamente por los cajones de Abel; cada vez que lo hago tengo la esperanza de encontrar algo nuevo, algo que no haya visto, algo que se me haya pasado desapercibido y que me hable de él, que huela a él... algunas ocasiones tengo la gran alegría de, efectivamente encontrar algo nuevo, pero no porque aparezca de la nada, sino porque algún día olvidé que lo había encontrado antes...
Comencé con la palabra curiosamente, porque el Viernes, mis queridos Fina y Tito, que son las papás de Abel me hicieron un regalo que provocó en mí un fuerte impacto y removió muchos recuerdos hermosos.
Lo primero era un album con las fotos de Abel el día de nuestra segunda Boda... ( porque nosotros nos casamos dos veces, la Ceremonia Religiosa en México y la Ceremonia Civil en Sabadell)...¡qué guapo!; las veo y se me sigue cayendo la babilla (como decía él); recuerdos imborrables de nuestra mente y sobre todo muy arraigados en nuestro corazón que nos alimenta la esperanza de que mientras los tengamos, seguiremos esperando el BENDITO día que nos toque reunirnos con él (si es que hemos hecho bondad durante el recorrido de la vida)...
Pero lo que venía al final del album me estremeció al punto de llorar... no sé si era mas por dolor de su ausencia física o por la alegría de haber conocido a este ser maravilloso que es Abel.
...¡Eran mas cartas que yo le escribí durante nuestro noviazgo! un gran tesoro que lo guardó tan secreta y sutilmente que hasta ahora las encontró su mamá (buscando otra cosa, desde luego!); supongo que cuando nos casamos, en el cambio de hogar, se olvidó de recogerlas y las dejó en el sitio secreto... llegando a casa, en nuestra intimidad comencé a leerlas; con muchas reí, pero con otras lloré... vuelvo a decir... emociones encontradas que me hicieron revivir momentos preciosos y que me volvieron a traer a la cabeza la gran y misteriosa pregunta: ¿por qué se fué?!!...
Así como voy ordenando poco a poco estas cartas, así lo estoy haciendo con mi mente, mi corazón, mi alma y mi espíritu porque de esa manera estoy mas cerca de él, y ¡mejor aún!dejo que él me invada con su presencia...
¡GRACIAS FINA Y TITO POR ESTE PRECIADÍSIMO REGALO!... CREO QUE HAN ENCONTRADO UN TROZO DESAPARECIDO DE MI CORAZÓN!
Al entrar al estudio de Abel vine directamente a su librero, cogí el libro "Vivir el Zen" de D.T. Suzuki y lo abrí en la página que dejó marcada Abel y comencé a leer:
"Para despojar a la conciencia de cualquier rastro de apego al concepto de mente, el zen propone varios métodos prácticos, entre ellos el de Daishyu Yekai, discípulo de Baso, que exponemos a continuación:
Si quieres ver claramente la mente que no tiene morada, tendrás la ocasión de verla en el momento en que te sientes (en actitud adecuada para la meditación).Entonces descubrirás que la mente está vacía de pensamientos, que no piensa en ideas, en el bien ni en el mal.
El pasado ya ha pasado y, cuando no la persigues, la mente pasada desaparece por sí misma, llevándose consigo todos sus contenidos. Con respecto a los eventos venideros, no te preocupes por ellos ni los conjures con la imaginación.
En tal caso, la mente futura también desaparecerá con todo su contenido potencial. Lo que aparece en ese momento ante tu mente ya está allí. Lo importante con respecto a las cosas en general es no apegarse a ellas. Cuando la mente no está identificada, no hay pensamientos de amor ni de odio y la mente presente se desvanece con todos sus contenidos.
Cuando tu mente no está contenida en las tres dimensiones del tiempo (pasado, presente y futuro) se puede decir que está fuera del tiempo (en estado de atemporalidad). ( hasta aquí voy bien).
Si la mente se agita, no sigas el tumulto de los pensamientos y la mente que persigue esos pensamientos desaparecerá por sí sola. Cuando la mente more en sí misma no te apegues a esa morada y esa mente terminará desapareciendo por sí sola. Es entonces cuando se llega a la mente sin morada (no consciente), lo que se dice morar en la no morada.
Cuando tienes un claro conocimiento de este estado mental, tu mente estará morando y, sin embargo, no morando en absoluto, en una morada concreta. Cuando no está morando no es consciente de ninguna morada en particular conocida como no morada. Cuando tienes una percepción del estado de conciencia de no morar en parte alguna (es decir, cuando la mente no se halle fijada en ningún objeto particular de pensamiento), se dice que tienes una visión clara de la mente original, lo cual también se denomina ver en el propio ser. Esta mente que no tiene morada no es otra que la mente de Buddha.
Esta mente sin morada es el presente absoluto que no mora en el pasado, ni en el futuro ni en el presente. La mente no es lo que entienden por ello quienes no han experimentado el Satori(...)"
Ya me he hecho un lío con tantas moradas; al final ¿la mente tiene o no tiene morada?!!!
Si alguien me sabe explicar esto: ¡Adelante!, estoy dispuesta a escucharlo, porque puede ser que ahora entienda por qué Abel dejó el libro hasta aquí!.
Algo si que he sacado en conclusión: y es que todo lo que pasa tiene su por qué y no hay que darle tantas vueltas a las cosas porque si no, Mi mente en lugar de "encontrar" una "no morada" al final se "pondrá" morada de tantas ideas rondando el coco!...
Abel nuevamente te doy las gracias porque en este momento me hiciste reir mucho, porque no entendí nada de lo que leí y aun así creo que experimenté lo que estaba leyendo!...