sábado, 31 de enero de 2009

Nuestro primer aniversario

Hoy hace un año que comencé este espacio...
Hoy hace un año que decidí alejarme de los miedos y comenzar una nueva conexión con el exterior y al mismo tiempo con mi interior...
Hoy hace un año que muchos de ustedes que no conocieron personalmente a Abel comenzaron una estrecha relación... él conectaba con todos desde el principio aunque no lo supieran...
Gracias por iniciar la gran aventura de conocernos,
gracias por las noches llenas de sueños hermosos,
gracias por las lágrimas, porque eso quiere decir que estoy viva y siento,
gracias por tu sonrisa,
gracias por tus consejos,
gracias por tus reflexiones,
gracias por esa mirada serena,
gracias por ese aroma en la almohada,
gracias por la calidez de tu cuerpo,
gracias por tu sabiduría,
gracias por tu paciencia,
gracias por tu comprensión,
gracias por ese amor que me llena y me vacía cada día.
Gracias Abel por todo ese Amor que dejas impregnado cada día que amanece!!.

miércoles, 28 de enero de 2009

El camino del servicio desinteresado



Hoy quisiera dedicar este post a todas aquellas personas que han conocido personalmente a Abel, ya sean amigos, familiares, alumnos y alumnas que creyeron en él como profesional y como la gran persona que era en vida.

El camino de Abel estaba muy bien marcado -según palabras de él mismo- no se veía de otra forma que no fuera aprendiendo, ayudando, auxiliando; brindando su ayuda desinteresadamente a todo aquella persona que se le acercaba para pedir consejo, consuelo o ayuda espiritual.

Hace un par de días recibí de manera consecutiva las llamadas de varias alumnas de Abel y entonces fue cuando gratamente pensé que Abel seguía siendo recordado y sobre todo querido y -aunque caí en la trampa del Ego- me sentí afortunada por ser testigo de aquel cariño incondicional que le siguen teniendo.

Aquí les presento un fragmento de un libro que le ayudó mucho para su camino profesional y espiritual; yo no lo he leído entero... me falta mucho para comprenderlo plentamente, pero estoy en ello:

"Practica la religión de corazón. Construye el edificio del amor.

El servicio desinteresado purifica el corazón y lo prepara para recibir la luz divina. Entrégate al servicio desinteresado.

Alienta al desesperanzado. Anima al deprimido. Seca las lágrimas del afligido. Disipa la tristeza del desconsolado con palabras amables y cariñosas. Haz a otro sonreír cuando esté desesperado.

Sé una luz para quienes se hayan desviado del camino. Haz de médico o de enfermero para con los pacientes afligidos. Sé una barca y un puente para quienes anhelan alcanzar la otra orilla de la inmortalidad y la carencia de temor.

Cumple con tu deber como mejor puedas y deja al resto en manos de Dios. Realiza todas las acciones de una forma desapegada con el espíritu de dedicación a la Divinidad. Entonces no te atarán tus actos y tu corazón se purificará.

Espiritualiza todas tus actividades. Deja que tus ojos miren con amabilidad, que tu lengua hable con dulzura, y que tu mano toque con suavidad.

Alimenta tu mente con pensamientos divinos, tu corazón con pureza y tus manos con servicio desinteresado. Permanece empapado en el recuerdo de Dios con una mente firme".(del libro "Senda Divina" de Sri Swami Sivananda).

Cuando leí este fragmento una ráfaga de energía me invadió por entera... estaba describiendo exactamente lo que fue la vida de Abel!!...

Desde que lo conocí vivía para aprender y servir... ese era su mayor interés... y me decía que "no podemos servir sin amor".

Este día es especial porque el 28 de Enero de 2007 nos reunimos un numeroso grupo de personas en torno a su recuerdo, sus papás, su hermano, su abuela materna, su cuñada, sus tíos Juani y Manolo, mi mamá, mi hermano y sus alumnos y alumnas fuimos testigos y experimentamos en nuestras propias carnes la fuerza del Amor de Abel... ese día hinundaba todo el recinto!!!...

Hubo lecturas, dedicatorias, poemas, música y al final una grabación de Mantras cantados por Abel; lo acompañamos con nuestras voces y -aunque no recuerdo exactamente los detalles de todo lo que pasó- si recuerdo fielmente la energía que fluía por todo mi cuerpo... una especie de serenidad discipó la tristeza y sentí mucha paz en mi corazón.

También quiero compartir con ustedes una carta que le escribió una de sus alumnas, me llegó por correo y cuando la leía la melancolía y tristeza se convirtieron nuevamente en paz y sosiego:

Querido Abel:

En el cielo hay ángeles, pero de vez en cuando, Dios, la energía divina o cualquier otro nombre para nombrar lo innombrable, decide mandar alguno a la Tierra disfrazado de persona para que recordemos quiénes somos.

Tú eres uno de esos ángeles y por eso tu camino aquí ha sido corto y prolífico.

Todavía puedo verte cuando venías a hacernos clases de Yoga al colegio, con tu traje blanco, reflejo de la pureza de tu alma. Es como si no te hubieras ido. Las clases que nos hiciste a mis compañeras y a mí eran estupendas. Daba gusto porque la serenidad que expresaba todo tu Ser nos calmaba. Aunque lo que mas me llegó de ti era tu extremada bondad y esa actitud de "no juzgar".

Cuando hacíamos Yoga nos transportabas a la cuarta dimensión donde todo es luz, paz y amor y entrega; donde no hay diferencias y nos reconocemos por lo que somos: seres de luz dentro de un cuerpo físico para aprender las lecciones que nos toca en esta vida.

Tu paso por esta vida ha sido corto, pero tu luz ha tocado muchos corazones y nos has dado esperanza de que en esta vida no todo es egoísmo y materialismo, sino que hay seres como Tú que con su ejemplo son como un faro en una galerna que guía a los barcos a buen puerto.

Yo te recordaré siempre, con esa cara serena a la vez que era tan sabia y esa mirada límpida que irradiaba amor, bondad, ternura; como si pudieras ver las miserias y quisieras consolar en lugar de criticar.

Se que no te has ido del todo, sé que estabas en el homenaje, feliz por vernos a todos dejando fuera el mundo y sintiéndonos hermanados por el cariño que te profesamos.

Y también sé, que ahora estás en Casa, que nos sigues inspirando mientras seguimos nuestro camino y que algún día, cuando lo acabemos estarás ahí para recibirnos con nuestros seres queridos. Ha sido un privilegio compartir un tiempo contigo.

Que Dios te bendiga y puedas consolar a los tuyos.

Sólo te digo ¡hasta pronto Maestro, sensei, amigo!, porque eso es lo que has sido.

Nos vemos en el cielo.

Un abrazo espiritual y sentido de tu alumna

Ana

Poco puedo añadir después de esta carta... solamente deciros: ¡Gracias a todos por su amor, de verdad que lo siento cada día que me despierto!

sábado, 24 de enero de 2009

Aprender... un proceso lento

"(...)Para crecer entonces voy a tener que admitir el vacío. El espacio donde por decisión, azar o naturaleza ya no está lo que antes podía encontrar.(...)
Toda la historia de mi relación con mi crecimiento y con el mundo es la historia de este ciclo de la experiencia del que ya hablamos. Finalmente la vida consiste en establecer contacto con los hechos, agotar el contacto y retirarse, desde allí empezar otra vez el registro, otra vez cargarme de energía, otra vez emocionarme y otra vez actuar, otra vez conectarme, otra vez agotarme de contacto y volver a retirarme.
Entrar y salir.
LLenarse y vaciarse.
Tomar y dejar.
Vivir estos duelos para mi propio crecimiento. Aunque no siempre el proceso sea fácil, aunque no siempre esté exento de daño.
(...) El tema está en mi apego, en mi manera de relacionarme con mis deseos.
El problema es no saber entrar y salir de las situaciones.
No poder aceptar la conexión y la desconexión con las cosas.
No haber aprendido que el obtener y el perder son parte de la dinámica normal de la vida considerada feliz. (del libro "El camino de las lágrimas" de J.Bucay).

Cada vez que regreso de México una gran nostalgia me invade por completo, es como si volviera a comenzar de nuevo una nueva etapa y entonces es cuando recuerdo la enseñanza de Abel.

Las personas que no tuvieron la suerte de conocer personalmente a Abel no pueden imaginarse la calidad de ser espiritual que era.

Muchas veces yo me llegaba a preguntar si verdaderamente era digna de Aquel Ser, porque con el primer contacto de su espiritualidad no sabía si la había comprendido del todo... no sabía si podía acompañarlo en ese camino de introspección, si realmente era la compañera idónea para su crecimiento personal. Pero siempre acababa pensando y sobre todo sintiendo que, aunque me faltaba mucho por aprender, ese también era mi camino.

Ahora que regresé del hogar de mi infancia estuve nuevamente ordenando cajones, armarios, libreros y encontré tesoros que me hacen vibrar nuevamente y que, al mismo tiempo de provocarme cierta tristeza, paradójicamente me han provocado también cierta alegría por el gran regalo que me dio la vida o Dios o los seres supremos -como digo yo- de haber podido convivir con una persona como Abel.

Encontré entre otras cosas: cabellos que guardé la primera vez que decidió en el Hospital que lo raparan porque ya comenzaba a caérsele el cabello a puñados; recuerdo ese día como si hubiera sido ayer: mientras el peluquero oficial del Hospital, un señor refunfuñón que con el delicado contacto con Abel comenzó a reírse y platicar con él fue dejando su cráneo desnudo, yo observé la mirada de Abel y -a temor de equivocarme- pude vislumbrar cierta melancolía porque es algo verdaderamente traumático, para el que lo ve y sobre todo para el que lo vive... Pues bien, como iba diciendo, ese día no dejé que cierto mechón tocara el suelo y lo guardé en una cajita especial, donde también guardé alguna parte de mi corazón.

Abel no estuvo muy de acuerdo... yo iba entendiendo poco a poco su enseñanza.

Cuando me daba libros a leer para después hacer entre los dos nuestros propios comentarios, la mayoría hablaban sobre el Apego, y poco iba entendiendo de lo que Abel quería que aprendiera yo: me hablaba sobre el "ON y OFF" de la vida y yo al principio no le entendía... creo que ahora si... también me hablaba de "Morir cada día al día anterior para ver el siguiente con ojos nuevos"... y otra frase favorita: "debemos aprender a ver todo con los ojos de un niño, siempre maravillándonos de todo como si fuera la primera vez".

Creo entender poco a poco su filosofía de vida... sólo que es muy difícil llevarla a cabo... porque... cómo no mantener en mi memoria esos momentos hermosos que vivíamos, cómo querer olvidar ese perfume que sigue saliendo de su armario cuando lo abro para sacar algún sweter... (lo abro muy seguido)... Cómo ir viviendo sin esa risa en mis oídos y esa sonrisa en mis recuerdos cuando cierro los ojos... Cómo no sentir una ráfaga de electricidad cuando tomo sus libros y al abrirlos sale el aroma de su incienso favorito (suelo hundir la nariz entre los textos)... Si Abel ha sido lo mas hermoso que me ha sucedido en la vida!!!!... No quiero quedarme estancada, pero tampoco quiero olvidar...

Estaba lleno de amor, de comprensión, de compasión, de optimismo, de alegría... creo que impregnó mi vida de aires muy etéricos y me enseñó en vida que lo mas hermoso es nuestra casa interna.

Creo que llegamos a un buen equilibrio... todos los espacios de nuestro hogar son testigos de nuestro buen entendimiento en todos los sentidos... él puso un poco los pies en la tierra y yo me convertí en un ser mas silencioso, ya que solía ser un torbellino de emociones desbordadas.

No me cansaré de repetir que gracias a los siete años y medio exactos que viví con él pude entender de una vez por todas que hay lazos de amor muy fuertes, tan fuertes que ni la mas fuerte ráfaga de viento de dolor puede romper; a Abel y a mí nos separaron físicamente, pero seguimos unidos, mas unidos que nunca y de la manera mas fuerte e insondable que pueda existir: la fuerza del Amor.

domingo, 11 de enero de 2009

Segundo Aniversario

"Poco a poco iba despojándome de recuerdos, deseos y pensamientos hasta sentir que mi cuerpo se disolvía en la nada.

Dejaba de existir por un tiempo hasta reaparecer transformado en cualquier ave volando muy alto y sin esfuerzo alguno; sostenida por un aire frío y límpido que me elevaba por encima de las altas montañas.

Desde allí podía ver vastas praderas, bosques interminables y ríos salvajes conduciendo la frescura de un alma tranquila.

Entonces alcanzaba la armonía y resonaba con el cielo y la tierra como un fino instrumento".



He dejado pasar algunos días después del Segundo Aniversario de que Abel ya no está con nosotros físicamente.

He estado haciendo un recuento de todo lo que he vivido con él presente y en la otra forma mas sutil...

El dolor todavía es asfixiante, recordar sus últimos tres días todavía me provocan angustia, ansia, desasosiego, rabia, enfado... muchas emociones negativas que con los recuerdos hermosos van apaciguando lentamente mi alma.

Esos días, sobre todo el fin de año fue devastador, pensé que podría afrontarlo mejor, que al haber pasado 24 meses mis recuerdos estarían mejor archivados, pero ¡qué va! siguen muy presentes.

Afortunadamente he estado arropada por mi gente, por mi familia, por mis amigos de México que tanta falta me hacen y que a horas de ahora sigo echando de menos.

Me he preguntado muchas veces qué es lo que me lleva a seguir aquí lejos de mi familia cuando el Amor de mi vida ya no está a mi lado, y llego a la conclusión de que quiero seguir viviendo con mis recuerdos, con mis espacios compartidos con Abel, seguir sintiendo su presencia aunque esté en otro plano, de oler su aroma hinundando nuestro hogar. Y al mismo tiempo, aunque parezca contradictoria, tengo la certeza de que una nueva vida llega cada día que despierto. Pienso que añorar no es negativo, pero tampoco aferrarme al pasado es bueno.
Quiero seguir descubriendo los detalles hermosos de la vida y si no estoy abierta con el corazón difícilmente podré visualizarlos.
Quiero despertar cada día y ver que sale nuevamente el sol, que en cada gota de lluvia es como una nueva esperanza de que seré feliz, de que a la vuelta de la esquina o antes encontraré la paz y alegría que necesita mi espíritu.

Abel fue una persona muy hecha a si mismo, esta frase no me gustaba hasta que lo conocí. Un ser fuera de serie que indudablemente tenía la tarea de venir, hacernos felices y marchar rápido, como lo hacen las personas livianas.

Era como hecho de nube, de fragancia de flores, de vuelo de mariposa, de vaivén de olas... así estaba hecho Abel.


A pesar de todo, estuve muy contenta en mi casa, comiendo el sazón de mi mamá y disfrutando de los sabores de ese México que todavía no está maltrecho con la situación caótica inducida por las malas gestiones.... la comida todavía sabe a mi tierra, todavía huele a tradición, todavía sabe a mi casa, y eso lo he disfrutado a tope.
Tuve la gran oportunidad de presentar una recopilación de cartas, poemas, escritos y reflexiones de mi padre, Don Amado y de Abel.
Todas las actividades las hicimos en torno a recordar a Abel, el día de su Segundo Aniversario: el día 3 de Enero.
Casi toda la familia estuve presente, casi todos los amigos, casi todas las personalidades que se invitaron para el evento; pero quienes no faltaron fueron los dos protagonistas de la historia: Don Fulgencio (mi papá) y Swami Yuktiananda (Abel).
En cada palabra que salía de mi boca estaban implícitos ellos dos, y de hecho, yo creo que fueron mi mejor inspiración para poder salir adelante ese día sin derramar una lágrima.
Cierta paz me llenó, la certeza de que ellos estaban cubriéndome las espaldas fue impresionante y ahí estaba yo, frente a personas queridas desnudando mi alma.
Se lo recomiendo a todo mundo. Escribir es una de las mejores maneras de sacar miedos, tristeza, dolor, angustia, desesperación.
También cuando interpreto es cuando siento que en cada nota que sale de mi garganta se desprende también de mí un poco de esa tristeza que se había pegado a mí como una costra.
Llegan a mí recuerdos constantes de lo que significaba para Abel el Apego, y creánme, cada día intento por todos los medios de seguir su enseñanza.
El día 3 también le hicimos su Misa, Abel creía en Jesús, uno de sus mejores amigos; así que creímos justo ir a estar un rato con él para estar en contacto con Abel de una manera mas espiritual.
Tuve muchas actividades en mi viaje, pero como este es un espacio dedicado a Abel, quiero sólo dedicarlo a él.
Para finalizar este post, cayendo en la trampa del Ego quisiera transmitirles algunos pensamientos que Abel le hizo saber a mi padre en una de sus cartas respecto a sus sentimientos hacia mí:
"(...)Aunque no lo demuestro a veces, posiblemente porque por alguna razón que desconozco reprimo mis emociones, estoy enamorado de su hija hasta los huesos, ya que jamás había conocido a una persona tan sensible, sincera, tierna y a la vez tan espiritual como su amada Carmen.
Para mí, Carmen es un ser divino que mi destino ha enviado para pulir y contrarrestar mis carencias, ya que su sola presencia me ilumina a la vez que me purifica y me llena de energía y vitalidad.
Es cierto que como toda pareja, la relación no es siempre una glorificación divina, pero sabemos afrontar correctamente a través del diálogo y la comprensión los malos momentos que podamos pasar (...)".
Pueden ver a través de estas líneas lo que éramos Abel y yo, dos almas que se encontraron y que todavía no puedo entender por qué nos han separado.
Me duele mucho, sigo dándole vueltas a la cabeza y en algún momento le pido que venga a buscarme porque no aguanto mas... sin embargo, por algo sigo aquí, por algo he tenido la fuerza para no hundirme en la desesperación y en el dolor, por algo "debo" seguir viviendo y así lo haré.
Seguiré luchando aunque sienta rebeldía, aunque a veces el dolor me encoja, porque estoy segura que en el momento que haya terminado mi labor terrenal, Abel vendrá a buscarme envuelto en un halo de luz.
Mi amadísimo Abel, gracias por la fuerza, gracias por tu Amor que todavía siento, gracias por haberme amado aquí en la tierra... seguiré luchando... seguiré luchando!!!...