martes, 13 de septiembre de 2011

Sin ti, contigo

Amado Abel:

Después de mucho tiempo vuelvo a este espacio. Nuestras pláticas se han convertido en algo tan intrínseco en mí que tal vez por eso ya no te había dirigido unas palabras por este medio.
He pasado unos cuantos días reflexionando, otros mas dejándome llevar por las horas, otros estudiando, otros mas haciendo literalmente nada, sólo observando no sé qué porque no lo recuerdo.


Pero también pasé días en casa, retomando fuerza de la tierra de mi Patria y recontactando con mi realidad que aunque está lejana físicamente está ahí siempre cambiante y nunca la misma.

Tal vez por eso tuve ciertos altercados emocionales; un error frecuente es que pensamos que todo seguirá igual año tras año, como si se congelara con el paso del tiempo; y es un error muy grave (al menos en mi caso) porque después, en el momento de contactar con ello, todo o casi todo se vuelve caótico y hace padecer.

Una persona te dirigió unas palabras y dice que este año me notó triste, mas triste que el año pasado. Tal vez si era tristeza, pero yo creo mas (ahora que me he zambullido en mis entrañas) que lo que me pasaba era que no me quería dar cuenta de los cambios y seguía empecinada en que no ocurrieran; y eso es imposible.


Triste...mmmmhhh... si, en algunos momentos si, por todo lo que he pasado la temporada de planes y proyectos personales sin cumplir. Sabes que cuando no me sale algo me enfado mucho y me rebelo y esta vez no pudo ser diferente. El hecho de no haber logrado un gran plan que me llevaría a un mundo de mas alegría me hizo sentir casi una inútil.

Y aunque estamos viviendo en la familia grandes alegrías que me llenan a mí también no dejan de no ser míos; no sé si me explico bien.

Tú sabes a qué me refiero y los íntimos también, es algo que no logra llegar a mi vida y que tal vez en la búsqueda me estoy volviendo agnóstica y cada vez con menos esperanzas; no con el Gran Jefe, como le digo yo, sino en que tal vez hay cosas que no están destinadas para mí, y eso me crea cierta angustia, porque no me gustaría vivir los años que me queden de vida sola en mis cuatro paredes. Hay momentos en la vida que lo que tienes ya no es suficiente y buscas mas y hasta me he empecinado, tal vez por eso he sufrido tanto, porque debería dejar fluir sin miedos y sin necedades, sencillamente que pasara lo que tenga que pasar; pero ahí entran mis dudas, de si "el destino está escrito" o como dicen, "las páginas del libro de tu vida las vas escribiendo tú"... ¡qué gran lío!.

Esta persona tan querida para mí decía que tal vez no quiero a nadie mas en mi vida porque tengo miedo, como si sintiera yo que te traicionara...No es eso, en absoluto.


¿Sabes qué sucede? que entre otras virtudes; eras noble, tierno, sabio, divertido, guapísimo, pasional, dedicado, responsable que estaba enamorada de ti con un gozo que no se puede ni describir. Y no digo que no haya hombres que tengan virtudes y sean buenos compañeros y parejas, pero estamos viviendo una época de crisis de sentimientos y acciones desinteresadas y donde entra el interés poca cabida tiene el amor.

Porque para mí el amor es absolutamente desinteresado, como me decías "cuando puedes proyectarte en la mirada del otro hay verdadero amor"... y estoy muy lejos de verme reflejada en otra persona.

Se que me he vuelto silenciosa, un poco ausente, comparada a como era antes, que siempre me decían que era un torbellino, claro que en esta ocasión se puede pensar que no estaba a gusto en Casa Puebla; pero no era eso, era esa búsqueda de mis motivos para conocerme mejor y poder estar bien con los demás y como en ciertos momentos no estaba bien conmigo, pues, no podía estar bien con los demás.


Si, es verdad, te echo mucho de menos, todavía no puedo trascender ese dolor de no estar contigo.


Pero me he observado y ahora estoy en la etapa de rebeldía ante mi soledad; el sentir que tú deberías seguir aquí... me explico: la primera parte del duelo (creo) era el dolor de no verte aquí, de que se te hubiera cortado la vida siendo tan joven y con tantos planes, y ahora es el hecho de estar sola, sin ti... esas emociones siguen presentes y supongo que sólo con el paso del tiempo sabré vivir con ello.Y ahora siento enfado porque no debiste haberme dejado sola en este mundo tan convulcionado; hay veces que me pierdo, que no me siento parte de él, fuera de lugar, siento que todo está revuelto y patas arriba y que no seré capaz de sobrevivir con tanta maldad, anarquismo y chovinismo; que necesitaría consejo y consuelo de personas sabias como tú o papá, pero ya no están y eso hay que aceptarlo.


Me dicen que me he vuelto arisca, que no quiero que me toquen o que me abracen... tal vez... me estoy acostumbrando a estar sola y la soledad conlleva a no tener contacto físico.

Y también es muy cierto que tengo temor al rechazo y por eso prefiero mantenerme al margen para no sentir un menosprecio.


Como te darás cuenta querido Abel, todavía estoy muy lejos de mi evolución, pero creo que el aceptar y observar es un buen comienzo, ¿no?.

Hoy, 13 de Septiembre, recordé que hubiéramos cumplido 9 años de nuestra Boda Civil y también es el Cumple de mi Papá, Don Amado; recuerdos que me hacen dibujar una sonrisa y ahora al ver el video de la ceremonia y la fiesta ya no lloro como antes; eso es bueno, ¿verdad?.

Creo que ese es un buen indicio para estar sin ti, pero contigo.