domingo, 18 de mayo de 2008

UN RECUERDO DOLOROSO

Hoy he estado en casa de los papás de David; comienzan aquellos días muy malos para unos y para otros.
Está al caer el día que David fue atropellado en Budapest; los recuerdos son muy próximos y el dolor todavía muy intenso en los corazones de todos los que lo queríamos... era un chico (apenas una criatura) fantástico... una gran pérdida para el mundo terrenal y una inmesurable ganancia para el mundo de las almas...
Tuve fuerza para ir a su casa... no sé de dónde las saqué... o... bueno si... Abel ( y mi papacito) siempre me dan estas ganas de entregar amor; aunque hoy no sé si he sido yo la mas beneficiada.
Hemos hablado mucho de Abel, de David, de las sensaciones que tenemos sin ellos físicamente y de lo que hemos experimentado ahora con su ausencia... hemos conectado... es la fuerza del Amor...
Y ahora que llegué a casa miré el día (en fin de semana no suelo tener presente ni la fecha ni la hora) y me fijé que es 18 de Mayo el día que Abel entró en el hospital y donde comenzó la lucha por sobrevivir.
El 14 de Mayo tomé esta última foto antes de saber su estado de salud; y observándola con detenimiento, efectivamente se le nota su carita muy triste, diferente... pero no se quejaba... no decía nada... siempre valiente...hasta que no pudo mas y me dijo que iría al doctor porque veía manchas y el dolor de una muela no lo dejaba tranquilo; comenzaba a tener fiebre, pero no me dejaba que le tomara la temperatura... tenía unas enormes trombosis en los ojos que le diagnosticaron ya en Vall d'Hebrón y que fueron el comienzo de una nueva vida... tal vez no me logren entender, pero este año y medio de tratamiento seguimos siendo felices; encontrábamos una razón muy grande para levantarnos cada día con optimismo, porque aunque Abel estuviera en el hospital seguía con la fuerza del espíritu para vivir, y yo, por supuesto, a alimentarme bien y cuidándome para estar sana y poder estar con él, porque yo sentía que me necesitaba mas que nunca.
Su sonrisa nunca la olvidaré, aquella que me regalaba cuando llegaba cada día al hospital; me extendía su mano para que lo tocara y enseguida me jalaba para abrazarme en aquellos días cuando todavía podíamos sentir la piel uno de otro; cuando todavía no estaba en la cámara aislado.
Tomar la decisión de seguir las quimioterapias no fue fácil para él, estaba dispuesto a no seguir los dictámenes de los doctores, pero confió; creo que aunque no quería morir en parte lo hizo por nosotros, sus papás y por mí, aunque nunca nos lo dijo (y yo tampoco se lo pregunté). Yo le dije que apoyaría la decisión que tomara, como si quería quedarse en el hospital, como si quería marchar a casa, pero no sé qué pensar... tal vez por primera vez le invadió el miedo a morir...
Hoy 18 de Mayo es un día muy triste para mí porque lo vi como sufría sin decir una palabra... era increíble la fuerza que tenía, las ganas que le impulsaban a seguir viviendo, llevando su espíritu a la meditación para poder salir adelante y aprender de todo lo que le estaba sucediendo... era un verdadero Guerrero de la vida...
Obtuvo ayuda profesional de todos los sitios, su maestra de Medicina Tibetana, de sus compañeros de meditación y de alguien sorprendente: Germain García, un ángel disfrazado de mujer...
Pero también todos los que lo amamos estuvimos con él en el hospital: sus padres, su hermano, mi hermano y mi madre, que enseguida que supo la situación se trasladó de México para estar con nosotros...
También su familia y la mía, sobre todo mi hermana Maura, quien desde México estaba al pendiente de cada detalle, de cada decisión tomada; lloraba con nostros, sufría con nosotros, pero también sentía la fuerza arrolladora del Amor para tener Fe en que todo saldría adelante.
Tengo que agradecer a tantas y tantas personas, que la lista sería interminable y tampoco quiero dejar a nadie fuera: a mi gran amiga y hermana (porque yo la considero mi hermana) Montse que ha sufrido también a nuestro lado el proceso de Abel, a mi querida Carme Vergel, a Mercè, a Teresa, a todos mis compis de la escuela de música, a toda mi hermosa familia que desde México me llamaban consternados y al mismo tiempo interesados porque Abel fuera mejorando día a día... por esto y mucho mas agradeceré toda mi vida...
También sus alumnas y alumnos de Yoga, que cuando supieron la situación no paraban de llamar para saber su estado de salud: mil gracias a todos por el amor demostrado a Abel...
Hoy 18 de mayo también he sido feliz porque he estado en contacto con personas maravillosas, que también a pesar de su dolor me han reconfortado y me han dado su cariño, me han abierto las puertas de su casa y de su corazón (de esto hace tiempo, sólo que por cobarde no había entendido que era mi destino que nuestros caminos se cruzaran) y me han demostrado una y otra vez que la vida vale la pena vivirla, aún con todo el dolor que pueda venir, aún con todas las pérdidas que experimentemos, aún con la soledad entre las cuatro paredes; porque ahí afuera también está impregnado en el aire, en el cielo, en las nubes, en los seres vivos todo el amor que Abel, David, mi papá tienen para nosotros y que nos lo quieren dar a manos llenas, sólo que somos nosotros los que debemos extender las nuestras para recibirlo y llevarlo hacia nuestro corazón maltrecho, que con todo y eso, seguirá latiendo hasta que nos podamos reunir con ellos.
Gracias Natxo, gracias a tí Anna sobretodo y gracias a la pequeña Anna porque con su trabajo de La Cerdanya me enseñó que hay muchos parajes hermosos tocados por la mano de Dios.