lunes, 21 de mayo de 2012

en esta Primavera...

Muy querido  y recordado Abel:


"Durante la Primavera todo nace de nuevo. Es la ocasión idónea para esta atentos, una vez más, y no confundir lo "novedoso" con lo  "nuevo".
Cada Primavera es una invitación a no esperar novedades, a no dar nada por sabido, a entregarse, como si fuese la primera vez, a cada suceso y a cada acontecimiento, a cada acción, a cada reposo, a cada silencio.
Es cuestión de vivir hasta el fondo esta actitud, no tanto de esperar sorpresa alguna sino de dejarse sorprender a lo largo de cada jornada  y llevar a nuestro sencillo y sagrado cotidiano de todos los días una mirada renovada y una escucha inédita de los paisajes y de los sonidos que habitualmente nos envuelven.

En efecto, en la Primavera todo vuelve a nacer de nuevo, pero no hay novedades: el naranjo vuelve a regalarnos azahar y no se cansa de dar, un año más, el dulce fruto de las naranjas. No se deja arrastras por "novelerías" que pudiesen incitarle a cambiar la forma, color y aroma de sus flores ni quiere sorprendernos produciendo cerezas, en lugar de naranjas. El naranjo, en su ausencia del ego, no necesita ser original ni distinguirse del resto de sus hermanos. Se colma en la realización de su origen y en el despliegue natural de lo que es.
La novedad de cuanto vivimos no está tanto en las formas de hacer, sino en el fondo en el que asentamos ese hacer, en la fuente de la que lo hacemos emanar.
Todo puede ser nuevo si en ello volvemos a contactar y a reposar en nuestro silencio interior.
Todo puede ser nuevo si nos acercamos con la mirada inocente de un niño y el corazón abierto del enamorado".
Tú llegaste a mi vida un hermoso día de Primavera y en esta ocasión, en la misma estación del año, donde todo florece nuevamente me has obsequiado el gran regalo que jamás esperaba nunca más.
Se que me lo has enviado tu querido ángel mío y lo valoro como se puede valorar el tesoro mas sagrado.
El amor llega con aires frescos, con todo el colorido de la Primavera y es cuando creo aún más que tú estas detrás de toda esta felicidad.
Se que has enviado a este ser excepcional para que sea yo feliz y eso demuestra el gran amor que sientes por mí... has tardado un poco, pero supongo que estabas buscando el ser idóneo que llenara mis espacios y me inundara de amor. Debía ser un ser especial el que eligieras y por eso me lo has elegido con mucho cuidado.
Gracias ángel mío, gracias por darme una nueva esperanza y oportunidad de ser feliz en esta vida terrenal.
Lo cuidaré como una hermosa flor, es el regalo mas preciado que pudiste darme en tu nueva forma.
Gracias Abel, gracias!!!
te seguiré amando....