viernes, 24 de diciembre de 2010

Morir para después vivir

Mi amado Abel:

Acabo de ver "El curioso caso de B.Button"... si la hubieses visto te hubiera encantado!!!!...
¿Y sabes? en ese instante cuando se vuelve un bebé, cuando regresa a no volver a caminar, a no volver a hablar ha sido cuando un fuerte golpe me oprimió mi corazón.
Y ahí estaba... yo también estaba viviendo al revés y regresaban a mi cabeza y a mi corazón aquellos días en el hospital. Aquel Diciembre lleno de esperanza y que quisimos pasar en la mayor introspección posible para después regresar triunfantes a casa.
Me ha vuelto ese olor a berberechos que inundaba la habitación cuando te hicieron el autotrasplante, esa imagen tuya siempre sonriendo al verme traspasar la puerta, ese silencio de meditación y el calor que me brindabas al obligarme a sentar a tu lado en la cama...
Cuánto aprendimos uno del otro en nuestros siete años y medio juntos y cuánto aprendimos de la vida y del amor!!!...
Lo siento, pero no puedo contener las lágrimas al volver a vivir todo de adelante para atrás desde tu despedida hasta el día en que te vi por primera vez... ¡Dios mío, qué hermoso eras!... de verdad parecías un ángel terrenal...
Día de Noche Buena, las enfermeras dejaron que me quedase toda la noche para acompañarnosm mútuamente, ya comenzabas a toser mucho y tenías dificultades para respirar; Con la mayor serenidad posible nos dimos nuestro abrazo de felicitación y recuerdo que unas cuantas lágrimas se escaparon de mis ojos al darle gracias a Dios de que saldrías adelante...¡¿cómo podía imaginarme los planes que tenían pensados para ti?!...No cabe en mi entendimiento cómo fuimos capaces de soportar tanto dolor al verte en decadencia... yo te seguía viendo igual de hermoso, igual que el primer día...sin embargo, me sentía impotente al no poder darte mi vida a cambio de tu salud.... creo que el mundo hubiera salido ganando con el cambio... tenías tanto que dar aún y tantos proyectos, que hasta ahora sigo encontrando sopresas de todos tus estudios trascendentales y espirituales... tus conferencias eran maravillosas y me alegro de haber podido grabar las últimas; ahora me falta por recolectar todas las que grababan tus alumnas; pero algunas ya te alcanzaron en la estación y a otras les he perdido la pista; pero ten por seguro que seguiré buscando tu labor aquí con nosotros, aunque la mas grande la estás haciendo en un sitio mejor... cuánto amor le brindaste a la humanidad, Abel!!!...
No te aflijas, ya sabes que soy muy sentimental; estos últimos dos años me estaba tornando dura, pero creo que no es mi naturaleza, quiero seguir siendo fuerte pero no insensible a lo que me rodea... pero ¡es tan difícil Abel!... cuando quiero abrazar, la gente se encoge, como si tuviera pavor al contacto, cuando quiero mirar a los ojos son esquivas, cuando quiero hablar, no encuentro mas que sordos, y cuando logro que me escuchen encuentro silencio...
Siempre te echo en falta, pero estos días mas porque fueron los días mas esperanzadores que vivimos... supongo que nos estábamos preparando para el cambio... no lo se...
Lo que si se es que intentaré pasar estos días un poco de puntitas, sin hacer ruido, con la mayor discresión posible sintiéndote muy cerca de mi como cada noche, cuando me echas un soplidito por la zona de la nuca y te digo: "semi ni mistazogta Abel" y tú me cantas nuestra canción de buenas noches.
Así que... semi ni mistazogta Abel