sábado, 23 de mayo de 2009

Una amiga, una madre



Querido Abel,
Ha pasado el día de la madre aquí en México... una vez más lo he pasado sin ustedes... no me quejo porque Mauri está conmigo, pero siempre se extraña a los seres que forman parte de uno.
Tú fuiste mi hijo más pequeño y creo que hasta el último día de mi vida, te extrañaré y pensaré en ti como en un ser maravilloso; claro como el agua de un lago, tan limpio como una tarde después de que cae la lluvia.
Yo se que desde donde estás también te acordaste de mí en el día de las madres... ¡gracias! ...sólo recibí de ti cariño y atenciones.
Tengo muchas cosas por las cuales darle gracias a la vida, pero el haberte conocido ha sido uno de los momentos más bellos de mi vida, al recordarte es como recordar un concierto de Andrés o la primera vez que vi a Carmelita, tu esposa, en una zarzuela o cuando vi tocar a Mauri el piano, son momentos que llenan mi vida y estarán presentes en mí hasta el día que también parta de este lugar, en el cual viví momentos maravillosos y también tristes; la muerte de mis padres, de mi querido Amado y la tuya, pero se que algún día los veré a todos ustedes si es que Dios me permite acercarme a El.
Pronto te escribiré nuevamente querido Abel.
Hasta pronto
Mary Carmen

domingo, 17 de mayo de 2009

Un mensaje de Amor

Este mensaje y el Ave María fueron dedicados a todos los afectados por el Terrremoto en Italia, especialmente a los niños.

Quisiera compartir con ustedes y en especial pensando en mi Amadísimo Abel, porque estoy segura que a él le encantaría (de hecho le encanta) compartir conmigo los sábados a partir de las nueve de la noche en la Rai este magnífico programa de "Ti lascio una canzone"... participan niños... me recuerdan tanto a mis niños y sobre todo a David...

Espero que los haga emocionarse como a mi.

(parar la música del blog para escuchar a Gianluca)

sábado, 9 de mayo de 2009

Sabadell, 3 de Mayo de 2009


"Hola Carmen!

Hace tiempo que quería escribirte y agradecerte la felicitación que nos enviaste por Navidad con la imagen de Abel. Me hizo mucha ilusión, pues es un bonito recuerdo y una forma mas de tenerlo presente.

Si te digo la verdad, me acuerdo mucho de él, y me consta que lo mismo le sucede al resto de sus alumnos y alumnas, pues fué una persona que dejó huella y que aún hoy nos acompaña en muchos momentos. Personalmente, aún escucho la cinta de Mantras que nos proporcionó y recuerdo sus clases con añoranza porque sus enseñanzas iban mas allá del Yoga; transmitía valores, paz y serenidad. Con él descubrí un nuevo camino para avanzar como persona; de hecho me hizo ser mejor y creo que su energía aún nos acompaña a aquellos que le conocíamos, especialmente a ti, mucho mas cercana a él.

Te deseo lo mejor. Un fuerte abrazo con todo mi cariño.

Gracias

Paquita"
Esta preciosa carta la recíbí un día después del 28º mes de la partida de Abel... me conmovió a tal grado que las lágrimas salían mientras iba leyendo estas líneas.
Muchas veces he pensado (con rabia, lo reconozco) que la gente poco a poco se va olvidando de Abel, que no han sabido reconocer su labor humanitaria y que han pasado página... ¡qué equivocación!... estamos aprendiendo a saber vivir con su ausencia y también a dejarlo que siga haciendo su labor de manera interna.
El ego es muy tramposo, y acepto que es una parte débil de mi persona... a veces me gustaría que se erigiera una gran estatua en su honor; pero me corrijo pensando y sobre todo sintiendo que eso no importa, que eso es lo de menos... que lo realmente importante es la labor sutil y diáfana que realizó a través de sus cortos pero fructíferos 28 años, 6 meses y 5 días.
Esta carta es una gran muestra de ello.
Había días que desconectaba el teléfono y me decía: "cariño, voy a grabar una sesión terapéutica para una alumna, por favor necesito silencio absoluto"... y se encerraba en su estudio, ponía música relajante y lo escuchaba por detrás de la puerta cómo iba, con su serena voz grabando la sesión... Nunca iba leyendo un libreto, sencillamente, con su sabiduría y su impresionante inspiración e imaginación lograba concretizar el objetivo. Las palabras le fluían como si eso lo hubiera hecho desde hacía mas de mil años... era... es un alma antigua...
Recuerdo cómo preparaba sus clases con mucha emoción y pasión; estaba en un aprendizaje contínuo, siempre investigando, concretando ideas para sus alumnas y alumnos; buscando recetas de flores de Bach para las alumnas que se acercaban a consultarle algún problema. Aún teniendo el tiempo muy calculado para sus clases debido a su éxito en todo Sabadell dando clases en mas de diez sitios, entre Clubes privados, Centros Cívicos y Asociaciones de vecinos siempre buscaba un huequecito para ayudar a quien le pedia ayuda o consejo... me gustaba contemplarlo dando consejos a personas de la Tercera de Edad, quienes aún con las experiencias vividas, buscaban en ese jovensísimo Instructor de Yoga un alivio a sus dolores sintomáticos o del alma...
Abel fue muy grande... es muy grande... sigue acompañándonos y marcando nuestra vida, intentamos por todos los medios de ser mejores, de vivir - aunque a veces sea de puntitas- pero creciendo como seres humanos e ir evolucionando desde lo mas profundo e intemporal.
Bien, este es otra parte de mis recuerdos vividos con Abel, su vida la llevó siempre de manera muy sencilla, y como dijo Gandhi, porque "viviendo de manera sencilla, sencillamente se puede vivir".(o algo así).

domingo, 3 de mayo de 2009

"Afrontar firmemente lo desconocido" (28 meses)

"En muchos relatos de iniciación, la búsqueda de lo que está mas allá de la muerte se describe con la figura del héroe que cruza los procelosos mares, sube a una montaña imposible, se enfrenta a los dragones y combate con los ejércitos de los que personifican las fuerzas del mal. En cada una de estas imágenes, arriesgamos la vida que hemos conocido para descubrir algo nuevo.
Tal vez sean sobrecogedoras porque los territorios sin cartografiar de la iniciación se abren ante nosotros sólo en la medida en que dirigimos valientemente todo nuestro ser hacia ella. Al tener la voluntad de afrontar lo desconocido, brindamos confianza a un gran propósito vital. Entonces, deberemos aventurarnos a dónde nos lleve el viaje, a pesar de la oscuridad, a pesar del temblor de nuestros corazones.
Afrontar firmemente lo desconocido exige la ayuda de la práctica o del ritual a los que nos hemos confiado.
(...) El encuentro con la muerte puede adoptar múltiples formas(...) En el proceso natural de nuestras vidas cotidianas, la enfermedad o el parto pueden ponernos cara a cara con la muerte, transformando la vida que sigue(...) En la iniciación nos damos nacimiento a nosotros mismos(...).
Cada iniciación ofrece una prueba en la que se nos pide que abandonemos lo viejo y nos abramos a una gran visión. A veces una iniciación se produce privadamente, y en ocasiones nos exige que entremos en un ritual colectivo de transformación, para abordar un acto público de valor." (del libro "Después del éxtasis, la colada" de Jack Kornfield).

Este libro, como ya lo he dicho en alguna otra ocasión es muy especial para mi, porque fue el último que estaba leyendo Abel, el que dejó inconcluso en su mesita del hospital...

Un día, lo fue a visitar nuestro padrino de Boda, Abel lo tenía en alta estima porque es una persona muy sabia; de hecho, Abel lo escogió porque precisamente para Abel, Josep era el mejor consejero espiritual que podríamos tener en casos de emergencia o en momento apacibles.

Cuando vió este libro en la habitación 701 de la Vall d'Hebrón, le preguntó a Abel de qué trataba... recuerdo perfectamente, como si hubiera sido hoy mismo, la sonrisa de Abel y como se le iluminó la cara y comenzó a explicarle a grandes rasgos lo que estaba leyendo.

Abel tenía mucha curiosidad por ir descubriendo las páginas de este libro, pero desgraciadamente su vista se cansaba muy pronto debido a las trombosis y que no podía enfocar muy bien; así que iba muy poquito a poco. Yo le insistía en si quería que le leyera en voz alta, pero siempre fue muy discreto y no quería llamar la atención y sobre todo no quería molestar a su compañero de habitación.

... Abel me dijo: "es que es verdad... ¿qué pasará después del éxtasis de la iluminación?, ¿cuál será la vida normal de estos seres?, ¿ya no hay mucho que hacer mas que la colada?"... sonreía y se quedaba en silencio para reflexionar... su mirada se quedaba fijamente quieta y la mía clavada en él, esperando que mi héroe, aquel ser que estaba cruzando los procelosos mares, que estaba subiendo la montaña imposible, que se enfrentaba a los dragones y que combatía contra los ejércitos que personificaban las fuerzas del mal encontrara la paz que necesitaba su alma fuera cual fuera su camino y su forma.