miércoles, 28 de octubre de 2009

"Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es la palabra que jamás pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja,es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente" Octavio Paz, El laberinto de la soledad, 1961.


Querido Abel,
Como siempre te escribo unas lìneas con mucho gusto para platicar contigo.
Mañana comenzaremos aqui en Mèxico la semana dedicada a todos nuestros seres queridos, todos aquellos que una vez estuvieron aqui con nosotros y que ahora ya no forman parte de este mundo terrenal, sino que ahora habitan un mundo espiritual.
Les pondremos lo que aqui en Mèxico llamamos Ofrenda. Tu sabes lo que es, pero de todos modos lo explicaré: es un altar en el cual se ponen las fotografías de las personas que, repito, formaron parte de nosotros, tambièn se les ponen sus veladoras y todo aquello que màs les gustaba en vida. Asi que para ti pondre tu fotografìa, tus veladoras y los pastelillos que màs te gustaban aquí en Mèxico y el clásico pan que le llamamos Hojaldra o pan de muerto. Te acompañaran las fotografias de Amadito, mis padres, mis suegros, mis hermanos. los amigos y otros parientes, a todos los recordamos con cariño.
Tambièn se ponen flores que aquí se llaman de zempaxochitl o tambièn llamada flor de muerto, el altar se adorna con papel picado morado y blanco, yo se que alguna vez viste este altar llamado Ofrenda, puès bièn dentro de un rato la pondré . Ah!, se me olvidaba tambièn se les pone una jarrita con agua.
Esta es una forma de tener presentes a todos aquellos que se nos han adelantado en la hora de la partida. Nosotros todos los días los recordamos a ustedes, hasta en nuestras pláticas cotidianas, pero como nuestras tradiciones son tan bellas, tambièn nos gusta recordarles de este modo. Querido Abel, espero que tu espíritu comparta con nosotros estos días, así que te ofrecemos este pequeño altar con todo nuestro cariño.

Hasta siempre Abel

Carmen, tu suegra

sábado, 3 de octubre de 2009

Renovación (33 meses)


"Quizás ahora te parezca imposible, pero con el tiempo , se supera incluso la muerte de la persona amada. Y llega el día en el que podés decir que la vida continúa y que te sentís feliz de estar vivo, sin necesidad de olvidar a quien ya no está" ( de "El camino de las lágrimas" de J. Bucay).
Ayer por la noche vinieron a cenar a casa mis mejores amigos: Santi y Montse, dos personas extraordinarias, dos seres hermosos que siempre están en las buenas y en las malas... bueno... en realidad así son los verdaderos amigos...
Me encontré un poco rara (como siempre) al recibirlos sola, sin Abel, pero al mismo tiempo me sentí muy contenta porque pude compartir mis momentos de risa y reflexión con personas que me quieren y que querían a Abel.
Supongo que él (Abel) estuvo presente en todo momento, sin embargo, ahora tengo sensaciones muy diferentes a hace 33 meses (e incluso menos)... comienza un nuevo proceso (creo yo): el de renovación.
En realidad, éste lo comencé a sentir desde que regresé de mi largo ( en cuestión de tiempo) viaje a México; nuevas expectativas, nuevas maneras de ver la vida y la muerte física, nuevos enfoques, nuevas esperanzas de que a pesar de la soledad puedo ser feliz y vivir en paz.
Para ser sincera todavía no lo logro... hoy sin ir mas lejos, he pensado mucho en Abel, en lo que me ha dejado su ausencia y en todo lo que me ha regalado su presencia en mi vida.
Las experiencias que se van viviendo se adhieren a las sensaciones y a las emociones y son las que provocan mi estado de ánimo.
Cierto es que estar en Casa Puebla con mi familia y mis amigos cada año me renueva, o mejor dicho, me llena de fuerza positiva para seguir adelante y al mismo tiempo reconocer lo que es mejor para mi vida.
Regresar después de dos meses me ha hecho pensar en lo que es la soledad y cómo afrontarla, en que cada día tenemos que renovar los pensamientos, las emociones, las ganas de vivir y la sonrisa ante la vida... cada día es día de renovación.
Físicamente Abel ya no está, pero puedo decir que lo siento muy, muy cerca...