"Una tarde, hace muchísimo tiempo, Dios convocó una reunión.
Estaba invitado un ejemplar de cada especie.
Una vez reunidos y después de escuchar muchas quejas,
Dios soltó una sencilla pregunta: Entonces, ¿qué te gustaría ser?
A lo que cada uno respondió sin tapujos y a corazón abierto:
La jirafa dijo que le gustaría ser un oso panda.
El elefante pidió ser mosquito.
El águila, serpiente.
La liebre quiso ser tortuga, y la tortuga golondrina.
El león rogó ser gato.
La nutria, carpincho.
El caballo, orquídea.
Y la ballena solicitó permiso para ser zorzal.
Le llegó el turno al hombre,
quien, casualmente, venía de recorrer el camino de la verdad.
Él hizo una pausa y , por una vez esclarecido, exclamó:
-Señor, yo quisiera ser... feliz.
(Vivi García).
Mi querido Abel:
el sábado al ver a ese angelito ya por fin entre nosotros, teniendo la fuerza de la vida de una guerrera, aferrándose a sus padres con su diminuta pero perfecta manita, es cuando efectivamente me sentí feliz. Ese día a verla tan hermosa y perfecta es cuando la vida a pesar de todo se abre camino y el Gran Jefe nos da el regalo de la felicidad.
Se que los de Arriba la cuidarán y protegerán en los que les toca, los terracos haremos hasta lo imposible porque sea una buena persona y un excelente ser humano.
Doy gracias, infinitas gracias porque por estos regalos es que la vida es maravillosa.