Mi hermoso ángel Abel:
Hoy mas que nunca creo en ti; creo en los ángeles y en la energía que desprenden, en el aroma dulce que respiro y la luz que gozan mis ojos.
Mi corazón se ensancha y siente que reventará de tanta felicidad... de alegría... de esperanza... de fe...
Todo lo bueno está renaciendo, todo lo alegre está renaciendo, todo lo reflexivo está renaciendo, todo lo jovial está renaciendo, compartir está renaciendo... hacer feliz está renaciendo.
Nadie me puede decir que ya no existes... nadie me puede decir que ya no estás, nadie me puede decir que sólo eras materia, nadie me puede decir que se acabó...
¡¡¡¡Vives!!!!...¡¡¡ si!!!...¡¡estás tan activamente en mi vida que sigues viviendo y continúas alegrando mis días!!.
Por momentos me llega la duda, me da cierto vértigo que esto se pueda acabar, que sea algo ilusorio y que nuevamente llegará la oscuridad... pero enseguida me inyectas positivismo, me das un ligero empujoncito en la espalda y continúo en la alegría de ser feliz.
En muchas ocasiones me he sentido como este pequeño islote de la foto: pequeño, solo, aislado; pero me viene el sentir de que por cierto tiempo así fue, pero hay tiempo para todo.
Ahora estoy leyendo un libro que me ha enganchado muchísimo y hay muchas frases que me han gustado... sabes que tengo el hábito de apuntarlas por si en algún momento me falta a inspiración y la retórica; aquí te va una que me encantó especialmente:
"-¿Sabe lo mejor de los corazones rotos?- preguntó la bibliotecaria.
Negué.
-Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son sólo rasguños."
Y creo que es verdad... mi corazón se rompió en millones de fragmentos cuando te fuiste, cuando nos apartaron... y ahora espero que lo que venga sean sólo rasguños... aunque mejor mantener todo intacto, ¿no es mejor así?.
Acabo de hacer un concierto de un proyecto por el que llevaba soñando mucho tiempo y por fin lo pude presentar y además como quería.
Muchos recuerdos salieron de mi archivo de la memoria... unos hermosos, otros tristes, otros con un aire de melancolía, otros con aire de absoluta jovialidad... y ¿qué es eso, sino la vida?...
La vida es como una historia de cine... o tal vez al revés...
En fin, que hubo una canción dedicada a ti: "Mi mancherai"... ya sabrás por qué.
Y la verdad me costó trabajo cantarla, el nudo en la garganta comenzaba a asfixiarme, pero recordé tu sonrisa, lo que te gustó la peli y lo que llegamos a amarnos y fue cuando salió toda la inspiración para cantar con las entrañas y gozar cada frase con el piano y el acordeón.
Amadísimo Abel, te recuerdo, te echo de menos y te sigo amando...
Siempre serás aquel ángel que llegó a mi vida para darle un azul celestial.
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