...Un día recibimos un gran regalo de mi hermana; era un Dvd de Diego Torres.
Abel con curiosidad lo comenzó a escuchar porque habíamos oído música de él, pero no habíamos tenido nada en casa. Debo reconocer que Abel tenía mas cultural general sobre la música, ya que yo, debido a que tenía que estudiar mucha música culta, era la que la mayoría de las veces escuchaba.
Abel estaba en el hospital y le regalé el mini DVD porque la programación de la televisión abierta es espantosa y además porque con tantas trombosis en los ojos le era imposible ver con la distancia que había desde su cama hasta la televisión en la habitación del hospital.
Comenzó a ver el UNPLUGGED... le encantó; cada vez que tenía ganas lo ponía una y otra vez; me pedía que me sentara a su lado para verlo juntos,él tenía que ponerse la pantalla muy de cerca para poder distinguir las imágenes y me causaba bastante preocupación estar tan cerca de él, podía hacerle daño, debido a la implantación permanente de un catéter Hickman, también contaminarlo, en fin, tantos y tantos peligros... pero al mismo tiempo estar muy cerquita de él era lo que mas deseaba en el mundo.
Creo que ya hasta se lo sabía de memoria de tantas veces que lo vió. Yo llevaba el Cd en el coche y muchísimas noches, cuando regresaba del hospital a casa me lo ponía a todo volumen, (esto no lo hagais conduciendo, es peligroso!); me estremecía toda entera, porque a pesar de la preocupación de la enfermedad de Abel, al oir esta canción era como si verdaderamente me llenara de Esperanza y me sentía con la Fuerza Espiritual para seguir luchando, porque estaba convencida de que Abel saldría adelante y se haría viejito como siempre quiso.
Esta canción me trae muchos recuerdos; todos impregnados por Abel, recuerdo su sonrisa serena al momento de ver el DVD, sus hermosos ojos color miel y puedo sentir la tersura de sus manos en algunas ocasiones, tomando delicadamente las mías y otras rodeándome con su brazo, como protegiéndome para que no me cayera de la cama... siempre estuvo al pendiente de mí...
Cuando Abel marchó me era imposible escuchar la música que tanto le gustaba, escuchar esta canción era una tortura; igual que "Love of my life" de Queen; lloraba desesperadamente por la pérdida, sentía que nunca podría recoger los millones y milones de fragmentos en que se convirtió mi corazón... hoy en día, con la evolución de mis reflexiones, aceptación y asimilación sobre lo que soy y no dejo de ser; y además que ahora Él me acompaña día y noche, siento un poco mas de quietud, y es entonces cuando, aunque se me cristalicen un poco los ojos, siento la necesidad de vivir nuevamente momentos que dejé estacionados para concentrarme en sufrir, llorar, patalear y remilgar, como si fuera la persona que mas sufría en este mundo...
Cuando me siento triste, me pongo esta canción, la canto a todo pulmón y es como si mis penas se convirtieran en el gozo infinito de sentir en mi interior esa gran fuerza amorosa que es Abel.
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