Catorce de Agosto de 2001
Tuve nuevamente aquel sueño que curiosamente es el que mas perdura y aparece en mis horas de descanso.
Frente a mí se encontraba esa majestuosidad de la naturaleza; yo corría colina abajo y llegaba hasta el río y el agua fresca refrescaba mis pies cubiertos de lodo.
Aún puedo sentir ese fresco que me provocaba temblorina, mis mejillas estaban rosadas y mis dientes tiritaban pero era, sin embargo, un júbilo indescriptible.
Un llano verde con flores multicolores de las cuales sobresalían los girasoles. Y mas en lo alto vi el comienzo de un bosque colmado de pinos y árboles diversos.
...el olor aún me tiene embelesado!”.
Tuve nuevamente aquel sueño que curiosamente es el que mas perdura y aparece en mis horas de descanso.
Frente a mí se encontraba esa majestuosidad de la naturaleza; yo corría colina abajo y llegaba hasta el río y el agua fresca refrescaba mis pies cubiertos de lodo.
Aún puedo sentir ese fresco que me provocaba temblorina, mis mejillas estaban rosadas y mis dientes tiritaban pero era, sin embargo, un júbilo indescriptible.
Un llano verde con flores multicolores de las cuales sobresalían los girasoles. Y mas en lo alto vi el comienzo de un bosque colmado de pinos y árboles diversos.
...el olor aún me tiene embelesado!”.
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